jueves, 2 de febrero de 2012

Es posible que suene repetitiva, siempre la misma historia, siempre el mismo tema que entra en un bucle que puede llegar a la desidia, pero ¿y qué?

Te lo dedico, por tus noches de dulzura, tus susurros, tus caricias, que me ponen los pelos de punta.

Te lo dedico por las risas que me provocas, que me hacen llorar de alegría.

Te lo dedico, por esos momentos difíciles, amargos, que enjuagan mi rostro en lágrimas heladas, pero que me hacen madurar y crecer.

Te lo dedico por esas sonrisas cómplices, que me hacen darme cuenta de nuestra complicidad.

Te lo dedico por esas miradas furtivas que son como una intensa luz que contrae mi iris.

Te lo dedico por esas noches a tu lado, entre sábanas empapadas de cariño.

Te lo dedico por cuando me arropas, me abrigas, me proteges de los males.

Te lo dedico por esos momentos en los que agarras mi mano fuertemente.

Te lo dedico por esos momentos en los que lloras sin que te vea.

Todo te lo dedico porque sé que me quieres, me proteges, me cuidas, me invitas a crecer, me amas, me regañas, me haces feliz, y porque me haces quererte como te quiero, y mirar al mundo todos los días con una sonrisa enorme de oreja a oreja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario