lunes, 5 de marzo de 2012

25 Febrero 2012

Confío en mi suerte. Miro tus ojos color miel y sonrio sin darme apenas cuenta.
Agarras mi mano y acaricias con avaricia mis dedos. De repente me abrazas haciéndo estremecerme de amor.

Cenamos, saboreamos lentamente el sinfín de sinfonías al paladar mientras irremediablemente el tiempo se va consumiendo.

No sé si será el momento o quizás que el vino se me está subiendo a la cabeza, pero ese hormigueo irresistible me recorre el cuerpo. Junto tus labios carnosos con los mios y nos fundimos en un beso, único. Dos palabras luchan por salir de mi boca. Miro la luz ténue del flexo y sin darme apenas cuentas, en un exhalo, susurro mi reconcomo: Te Quiero.

La luna brilla llena, y un manto de estrellas acompañan su soledad. Cientos de edificios me rodean forzándome a volar al horizonte despejado. En mi bolsillo apenas unos euros y algún papel, en mi corazón tu recuerdo y tu sonrisa.

Felicidades mi vida.

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