sábado, 16 de julio de 2011

Noches de Verano





















Calor de verano. Te envuelve, te abraza, y notas su suave tacto que te protege.

Me siento a contemplar el cielo. Bonito, naranja, cálido y viejo, te observa desde la lejanía contemplándolo todo, un ser paciente.

¡De cuántos momentos habrá sido testigo! Besos, abrazos, angustias y llantos. Aladas bestias recorren el cielo, viejo, surcándolo y veteándolo al batir sus alas...
El sol se despide ofreciéndole los últimos rayos cálidos, mientras la fría y monótona noche va haciendo gala de un manto estrellado.
Las casas van encendiendo sus luces... los árboles van entrando en un profundo sueño.

Las noches de verano, que gran regalo. Pasan inadvertidas, inapreciables, pero dan sentido a la vida, y hacen que vuelvas a encontrar la razón de tu existencia.

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