martes, 16 de agosto de 2011


Sería increible escribir todo lo que haría por tí, porque el cielo, tan grande, se me queda pequeño para escribir versos.

Pasaría todo el invierno sin el calor de mi infierno, solo a tu vera, porque encontré primavera en la caricia de tu cuerpo, y acostarnos y dormir al compás de mis latidos, que si mucho te molestan, les digo que no hagan ruido, para soñar en sueños y mangar un par de estrellas que alumbren nuestras noches. Y pedirle a Neruda que escriba mil poemas más de amor, al compás de una hermosa canción que nos toca de nuevo Sam, que gritaría al reloj que cuente despacito las horas porque si te vas apenas me añoras y quiero vivir siempre a tu lado, rozando, llorando, riendo...

Y dibujar un camino de besos por tu piel, que amo hasta los huesos, que lleguen a tu corazón, dulce como la miel, que si alguien más no lo sabe he hechado la llave para que lo sepan bien. Y volar por el cielo, y surcar los mares, domar tempestades, y bajar al infierno.
Desayunos con diamantes, porque es un regalo cada instante y pedirle al tiempo que me cuide bien, para sonreirte toda mi vida, y pedirle al atardecer que nos acompañe día a día.

Y si quieres reir, yo te hago cosquillas... Si quieres sentir, te vuelvo a besar...




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